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Capitulo 9: Sirena

-Venga plis ¡vente!
-Joder tía que tengo la regla
-Venga da igual, además a ti los tampones te entran bien ¿no?
-Es que no se si mi madre me dejara, y no tengo muchas ganas…
-¡Venga plis! Que si no me toca ir sola con mi madre y la amiga. ¡Plis Vane!
-Vale espera que se lo digo a mi madre. ¿Pero hasta que hora, hasta la de siempre?
-Si, venga rápido. Pero dila que te vienes a comer a mi casa y nos vamos directas.- Espero unos minutos y luego contesta.
-¡Que me ha dicho que si! Voy a tu casa cuando recoja las cosas. Nos vemos allí- y sin darme tiempo a contestar Vanesa cuelga el teléfono.

Dos horas más tarde. Ya en las piscinas de invierno. En una de ellas con forma de C, con chorros a los laterales de las paredes que hacen que con solo levantar un pie la corriente te lleva por su recorrido.
-Vane te tengo que contar lo del viernes.
-Si, nos lo pasamos bien ¿no?
-Ya eso si, peor me refiero a otra cosa.
-Noelia me estas asustando. – Vanesa a mi derecha, abre los ojos como platos, sube las cejas y el gorro blanco de baño que lleva hace que parezca tener una frente más pequeña.
-Pues haber como te cuento… -entrelazo mis dedos como garbanzazos  por el agua. ¿Y como empiezo yo a contarla a esta? –Bueno pues haber el viernes cuando estaba un poquito happy, estaba sentada en la roca esta que rodea los árboles, justo enfrente vuestra, y se me acerca Sergio y bueno estamos así hablando y de repente coje un trozo de roca y se pone a escribir y pone: SERGIO, corazón, interrogación a.-Mi dedo índice escribe en el aire su nombre y esas figuras.- ¿Sabes? Me quede muerta.-Vanesa, a mi lado, se queda con al boca a abierta. Agito su hombro – Eh Vanesa.
-¡Que fuerte! Tía esta por ti, esta por ti, ¡esta por ti! La a se refiere a tu apellido.
-No saques las cosas de quicio, al poner ese a podía referirse a cualquiera
-Te equivocas, si te refieres a la Andrea esa, se perfectamente, y tu también que se apellida Pérez.- Me saca la lengua y se sumerge en el agua.
Yo también me sumerjo. Estira un pie y la hago cosquillas en el. Ella se retuerce como un pececillo fuera del agua. Salimos.
-Capulla no me hagas cosquillas- y empieza a salpicarme. Y me jode un montón. Y yo también la salpico, uniéndome al juego.
-Vale, vale. Me rindo me rindo.
-Así me gusta, que sepas rendirte y que aprendas a no hacerme cosquillas. – Hace una pausa, mientras nos lleva la corriente. –¿Bueno solo me tenias que contar eso?
-No, hay más. Pero te conozco, no te motives y no saques las cosas de quicio. Que bastante liada estoy yo como para que me muevas mas tu la cabeza. ¿Prometido?- Alzo mi meñique
-Prometido – ella también alza su meñique y lo une con el mío.- Bueno cuenta
-Pues haber te acuerdas de que ayer, estaba yo en mi mundo ¿no? Cuando estábamos en la terraza del bar –Vanesa afirma con la cabeza- Pues haber, luego cuando se despedía me abrazó y me dijo: “Que sapas que no te quiero ver mal” y le dije “Que no estaba triste, solo que estaba en mi mundo. Lo que pasa es que es muy grande y estoy muy sola.
-¿No me jodas que le digites eso?
-Si tía, hasta yo me sorprendí. Bueno te sigo contando. Total que me dice:”Pues cuando quieres me das las coordenadas y me paso por el” Me quedé loca.
-Si es que teniendo uno así, para no quedarte loca.
-Puff… ¿otra vez? Que no le gusto. A de mas si de verdad le gustara, cuando en fin de cuso le pedí salir me hubiera dicho que si ¿no?
-Yo creo que estaba hecho un lió, como estaba saliendo con la otra pero tu le gustabas. Además,  no te acuerdas de la temporada que estuviste cableada con Dee, yo le pregunte de que lado estaba y el me decía que del tuyo, tu le caías mil veces mejor, eres mas alegre y muy simpática, y me dijo, palabras textuales: “Si no tuviera novia, a lo mejor… “y ya sabes llego Lucia y no me dijo nada mas.
-Puff… como me hubiera gustado saber como terminaba esa frase.
-Sabes como terminaba, pero no quieres creértelo- Vanesa acierta.
Si me hubiera gustado que esa frase terminara como pienso, pero algo en mi interior me dice que lo nuestro es imposible.
-Por cierto, ayer, te acuerdas cuando estábamos hablando.
-¿A que te refieres? ¿Cuando estaba happy o después?
-Antes, cuando estábamos en el chino comprando las bebidas. ¿No te distes cuenta de que miraba mucho para a tras?
-¡Tu exageras! Pobre chico, ¿ahora no va a poder ni mirar para a tras?
-No solo digo que es demasiado raro…
-La única rara aquí eres tú.- y me vuelvo a sumergir.
Abro los ojos debajo del agua. Giro mi cabeza para ambos lados, buscando algo o a alguien. Buscando ese amor que no encuentro, ese que me corresponde. Ese amor que me confió que en Sergio no esta, que esta en otra persona. No lo encuentro. Salgo a la superficie.
-ah, ¿sabes lo que no te he contado?
-Hombre pues si no me lo has contado, no lo se
-Vane es una forma de hablar. El sueño que tuve hace unos días.- Y empiezo a contarle mi sueño. Ese en el que me besaba con los amigos de Sergio, y después el me decía esa frase tan bonita que espero no olvidar. Ese sueño que terminaba con nosotros fundidos por un beso.
-¿Noelia tu sabes que tienes unos sueños muy raros no?
-Sí, creo que ya me había percatado.
Y me vuelvo a sumergir en esa agua tibia. En esa corriente de chorros.
Mi gorro se infla un poco debido a la prisión, pero me da igual.
Mi cuero se mueve en hondas, intentando hacer el movimiento de gente formando una ola.  Una y otra vez, veloz, juntando mis pies para ir cada vez más rápido.
Intentando nadar como una sirena, de esas que viven debajo del mar, que tiene una vida muy diferente a la mía, una vida de cuento de hadas.
Esas sirenas que son guapas, que tienen un amor que les corresponden.
Mi cuerpo una y otra vez hace esa onda, cada vez mas rápida, cada vez mas segura, para intentar olvidar, para intentar aclarar mi cabeza, para intentar ser como una de esas sirenas de cuento.

Capitulo 8: La puerta de mi mundo

Unas horas más tarde, cuando el efecto de la bebida ha acabado, cuando todo volvemos a ser como antes, después de unas cuantas fotos ya echas, nos volvemos. Lucía, Luis, Alberto, Alba y Zahira se van.
Nosotros nos vamos al parque, un parque que esta enfrente de la casa de Vanesa, donde los padres de ella, de Dennise y alguna que otra pareja más amiga de sus padres acuden los viernes a tomarse sus cervezas.

Nos sentamos en la retaza del bar, en esas típicas mesas y sillas que tienen el logotipo de cervezas mientras comemos unos frases para calmar el calor de un viernes de septiembre.
Mi mente sigue dando vueltas a esas palabras que había leído en aquella fría y pálida roca. Sergio, sentado a mi lado se da cuenta de que no estoy prestando atención.
-Ehoo. Sergio llamando a Noelia. Noe, vuelve a la tierra.
-a...- parpadeo un par de veces y esas letras que estaban en mi mente, desaparecen. Pasa su brazo derecho por mis hombros, posándolo en ellos y con voz baja me dice:
-¿Noelia que te pasa?¿No estarás enfadada con migo ,no?
-¡No, como voy a estar enfadada contigo!
- a no se como estas rara. Anda ven aquí- Con ese brazo que tiene apoyado en mis  hombros me acerca mi mejilla a sus labios y la roza suavemente. Los de más nos miran, cotillas a nuestras acciones. Vanesa me hace una sonrisa de complicidad.
-¡Noe!- Grita una chica llamada Sara. Corre hacia mí. Su pelo negro y ligeramente ondulado baila al compás de sus zancadas, la falda de uniforme del colegio se mueve de un lado al otro. Sara, esa chica simpática, de un año menos que yo, que siempre me cuenta sus cosas y yo le cuento mas mías. Hacia tanto que no la veía…
-¡Sara! Que fuerte cuanto tiempo. Desde las vacaciones ¿no?- Su abrazo me impacta y me hace balancearme levemente. Después de saludarme a mí, saluda a ellas, excepto a Cristina que simplemente la dice un seco hola, ya que no se llevan bien.-bueno te presento.
-Este es Juan, y este Sergio. –Da dos besos a cada uno de ellos.-Me tienes que contar ¿Qué has hecho estas vacaciones?
-Pues… no gran cosa. ¿Por cierto esta Adrián en el parque?
-Si creo que están jugando al fútbol- Contesto
-¿Fútbol? Nosotros vamos- Y como chicos que son se ponen a jugar al fútbol con Adrián.
Sara y yo nos apartamos un poco de los de mas y me empieza a contar todo su verano. Playa, botellones, líos, brocas por llegar tarde…
-¿Bueno y quienes son esos?
-Pues son unos amigos nuestros del colegio.
-Y seguro que a ti te gusta alguno verdad. Haber el del pelo a lo Justin Bieber es un poco feo y el otro… La verdad es que no esta nada mal. ¿Te gusta?
-No, bueno un poquito- Sara me hace una de esas miradas que dicen “Te crees que soy tonta”- Vale si me gusta, me gusta mucho, peor se que a el yo no.
A mi mente vuelven esas palabras y me hacen dudar sobre la última frase que he dicho.
- ¡Lo sabia! Si es que se te nota en la mirada.
- O quizás es que tú me conoces demasiado bien.
 Desde la parte del otro banco del parque viene una melodía que me suena.
Mi cerebro reacciona y me recuerda que el la canción de Purpurina.
Nos acercamos, nosotras y ellos.
Dennise, Vanesa y Cristina se ponen a bailar a ritmo de Alberto Gambito.
Esa coreografía que tantas veces habré visto y que casi me la se.
Dennise y Vanesa siguen el ritmo de la música, constante, sus cuerpos se mueven con experiencia, con seguridad. En cambio Cristina… Sus pies van descoordinados, sus pasos atrasados, se mueve como un pato mareado, a pesar de aprenderse la coreografía.
Me uno cantando al último estribillo.
“Y es que esa ya tiene que ser mi gambina, la veo por la calle adoro como camina, quiero lamer su glos, quiero esnifar su purpurina y ella es mi adicción ella es mi cocaína”
El móvil de Sergio suena interrumpiendo, se aparta y contesta.
Termina la canción, ellas victoriosas porque creen que les ha salido bien, se apuntan a bailar otra.
-He Juan, yo me voy. Me ha llamado mi madre para que vallemos para casa.
-Joder venga un rato mas
-Que no coño Juan vamos
Su discusión sigue como la de los enamorados cuando discuten por quien cuelga antes.
-¡Te quieres mover ya! ¡Haber que todos sabemos que te mola Cristina, así que dala dos besos ya  y nos vamos!
-¡Pero que dices!- dicen los dos a unísono, ambos rojos como los tomates.
-Pues eso. Joder venga que no tengo todo el día.
Juan se despide de ellas.
-anda ven aquí Noe.- Me coje por el cuello y me da uno de esos besos en la mejilla que de mejan muerta.- Y que sepas que no quiero verte triste
-Aisn que pesao que no estaba triste, solo estaba en mi mundo. Lo que pasa que es un mundo muy grande y estoy muy sola en el- Digo con un tono triste mientras le suelto esa indirecta demasiado directa.
-Pues cuando quieres dame las coordenadas y me paso por el. – Esas palabras que susurra a mi cuello hacen que recorra por todo mi cuerpo un escalofrió. – Bueno Sara encantado de conocerte. Juan nos vamos. Adiós chicas- dice mientas atraviesan la verja de cilindros de colomines que señala en terreno del parque.
Yo contenta, con una sonrisa en mis labios que no se puede ocultar, feliz como una perdiz por este día. Esa frase en aquella roca, esa última frase susurrada a mi cuello. Otro escalofrío. Otra sonrisa. Y un mundo, mi mundo, las coordenadas, una dirección y por supuesto una puerta abierta para el, la puerta de mi mundo.

Capitulo 7: SERGIO ♥ ? A

-¿Dee de que vas a pedir las pizzas?-Estamos Dennise y yo en le mostrador del Telepizza.
Hoy celebra su cumpleaños que fue hace un par de días, comprara unas pizzas y nos iremos a la avenida a comerlas. Ha invitado a Vanesa, Zahira, Lucía, Alba, Sergio, Alberto, Juan, Luis, una vecina suya que se llama Cristina y a mí.
-¡He yo la quiero de jamón y queso!- Dice Vanesa que nos escucha
-Y de yo carbonara- Dice Sergio. Ains que mono, le gusta la misma pizza que a mí.

Estamos en la avenida, comiendo, riendo de cosas que contamos, ponemos verde a los profesores que odiamos. Estamos juntos como no lo estábamos desde hace tiempo.
-¿compramos sangrías?- Dice Lucía cuando terminamos de comer.
-Vale. –contestamos afirmativamente la mayoría.
-Venga ¿quien quiere?
-Nosotros- Dice Juan haciendo referencia a los chicos.
- eh a mi no me metáis eh, que yo no bebo- dice Luis. Parece ofendido.
-Yo si, y tu Zahi también ¿no?
- ¡Por favor Noe, eso ni se pregunta!
- ¿Y vosotas tres? –Dice Lucía indicando a Vane, Dense y Cristian.
- No, nosotras no bebemos.
Ponemos un euro cada uno. Al rato Lucía trae dos botellas de  Sangrita. Las abrimos y empezamos a beber.
Esta fresquito, un poco amargo al principio pero te deja un sabor dulce al final a uva.
Seguimos bebiendo y al rato nos hace efecto.
Me siento en la piedra que rodea una de las zonas verdes de la avenida.
Puff me siento mal, no ago más que reírme como una tonta y empiezo a tener calor. Aparece Sergio y se sienta a mi lado.
-Puf madre mía  que mal estoy.- Dice mientras apoya su cabeza en mi hombro.
Me siento como si estuviese apunto de tocar las nubes con un dedo, como si estuviese flotando. Mi corazón late cada vez más fuerte. Me siento feliz, tan feliz como una niña pequeña abriendo los regalos de navidad.
Se incorpora un poco. Su cabeza se aleja de mi hombro.
Mientras nuestra aumenta, mi felicidad disminuye.
-¿y tu como te encuentras? Vas to pedo
-No no voy tan mal, creo que Juan va peor.
Juan en la piedra de enfrente con los demás chicos,  se balancea para los lados y se ríe como un tonto.
Ellas un poco mas alejados  de ellos, pero sentadas en la misma roca hacen un corro.
Se pone a buscar algo a nuestro alrededor. Coje una piedra pequeña, hija de la misma piedra donde estamos sentados nosotros y escribe.

SERGIO

Antes de que siga escribiendo hablo
- A ¿no? De Andrea digo.- Intento hacer como si no me importase, pero esta vez finjo demasiado mal.
No hace caso de mi comentario y vuelve a escribir.


SERGIO ♥ ? A
Lo leo una vez y mi corazón se agita, lo vuelvo a leer y se vuelve a agitarse pero mas rápido.
Me mira, me giro hacia el y nuestras miradas se encuentran. Me fijo en sus ojos y me dejo llevar por el color miel que contienen.
Noelia tía te estas quedado embobada, desconecta.
Pero si es que no puedo tiene unos ojos tan bonitos… Que no puedo apartar la mirada.
Al fin desconecto. Aparto mi mirada de la suya y vuelvo a mirar a los demás.
Ellos jugando con la botella vacía al mareo con el pobre Juan que no esta en sí como yo.
Ellas siguen en su corro de antes.
Y mientras ellos siguen a su mundo, nosotros estamos aquí, sentados uno al lado del otro. Con una frase en medio de nosotros.

SERGIO ♥ ? A

¿Seré yo? ¿Esa A corresponderá a mi apellido? ¿Álvarez, Noelia Álvarez?
Venga Noelia no te flipes que un chico como el y una chica como tu nunca estaréis juntos.
Ya, ¿pero entonces porque pone A, por amor al arte?
Puf no se. Sergio siempre me hace unos líos…

Capitulo 6: El Sueño

Me siento feliz, feliz, como no me sentía hace tiempo. Pero no es una felicidad de un día, ni de un instante, es una felicidad rutinaria. Creo que este año e empezado con buen pie.
Ya ha pasado una semana desde que empede el instituto. Miércoles, jueves, viernes, lunes, martes y otra vez miércoles, jueves y viernes.
Lengua, francés, ingles, plástica, sociales…
Abrazos, besos, recreos, fotos, conversaciones, risas, caricias…
Todo ha pasado menos lo que mas ansió. Sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus risas, sus conversaciones, nuestros recreos, nuestras fotos. Todo lo que he vivido esta semana pero solo para mi.
Comparado con el año pasado que no hablábamos, que parecíamos dos personas que no sabía que existía el otro, este año es otro mundo.
Todos los días nos saludamos ya que yo siempre paso por tercero C a ver a Vanesa.
Todas las mañana dos besos.
Todas las mañanas un abrazo.
Todas las mañanas me sonrojo.
Este año nuestra amistad es más fácil.
-Noelia coge el teléfono, es para ti.- los gritos de mi madre hacen que mis pensamientos se esfumen.
-Si ya voy mama – Salgo de mi habitación y voy a la cocina a coger el inalámbrico, el teléfono no esta- ¿¡Se puede saber donde se meten en esta casa los teléfonos!?
- Esta aquí pesada.- Dice la voz ronca de mi hermano. Entro a su habitación y cojo el inalámbrico, y me encierro en la mía.
 –¿si?
-ey ¿que haces?
-Na tía aquí aburrida viendo un rato la tele, pero no hay nada.
- Ya lo mismo me pasa a mi.
-bueno ¿que me cunetas?
- a si pa lo que te llamaba.  Que me ha llamado Lucía hace un rato y me ha dicho que que  le pensamos regalar a Dee, porque su cumpleaños es el jueves este.
-¡Ostia es verdad!
-Ya tía yo pensaba que quedaba más tiempo y no, y me ha dicho…
-bueno y ¿que la vamos a regalar?
- Joder Noelia ¿me dejas terminar de explicarte lo que me ha dicho?
-a si, lo siendo Zahi
-Bueno pues que según he hablado con Dennise me a dicho que la piensa invitar al cumpleaños, y ha pensado Lucía de ir a comprárselo hoy.
- ¿Pero el centro comercial esta hoy abierto?, es domingo
- ya, pero este abre todos los días.
-va, bueno sigue contando en que has quedado con ella.
-Que a las cinco y media en la puerta del opencor, ¿va? Te paso a buscar a las cinco y diez.
-Vale, un besito mi niña. Te quiero
-adiós petarda, yo también te quiero.
Pi,pi,pi….  Cuelgo.
Vale son las cuatro y veinte. Me doy una ducha, y me arreglo. Tengo tiempo de sobra. Apago el portátil y se lo doy a mi hermano, cojo mi móvil y me voy a la ducha.

Salgo de la ducha media hora mas tarde y antes de que mi pelo se seque me lo peino y le echo espuma. Pitillos blancos, manoletinas rojas y camiseta roja con estampados en negros.
-¡Piiiii!- suena mi telefonillo, esa es Zahi.
- Mama me voy, vengo luego- Mi madre medio dormida en el sola no contesta , tan sólo abre un poco los ojos y me ve irme.
A trabes del cristal veo a Zahira vestida con unos pitillos negros, manoletinas rojas como las mías y una camiseta de Mine repasándose los labios con un gloss que compro hace un tiempo en kiko.
-Feis ¿Qué haces?- termina de repasarse sus labios y me da dos besos, dejándome toda la mejilla manchada del gloss.- ¡guarra me has manchado!
-Ups- saca un clines de su bolsillo y limpia mi mejilla.
- así mejor- nos reímos y nos vamos hacia el autobús. No tarda en venir.
- ¿tía a que no sabes que?
- a ver sorpréndeme
-  ¿sabes los invitados al cumpleaños de Dennise?
- no, no he hablado con ella de ese tema, solo me ha dicho que es el viernes que viene ¿no?
-si, eso si.
-entonces ¿a quien invita?
-bueno a nosotras, es decir, Lucía, Vane, tu y yo, luego alba y de tíos a Alberto, Luís, Pablo y Sergio.- un cosquilleo recorre todo mi cuerpo. Sergio, Sergio esta invitado.
- ¿ y que me quieres decir con esto?- digo con un tono de indiferencia.
-Vamos Noe, no te hagas la tonta, para empezar Sergio, tu amor platónico va al cumpleaños y para terminar Alberto también esta. – vale que me diga eso de Sergio lo entiendo pero lo que no entiendo es porque se alegra de que valla Alberto cuando sabe que no me gusta, simplemente somos amigos.
-¿porque te alegras de que valla Alberto? No me jodas,  ¿te mola?
- si tía, tiene unos ojos súper bonitos y es súper cari.- dice Zahira con tono soñador.
- vale, Alberto no es feo, si tiene unos ojos súper bonitos, pero no me jodas casi no le conoces.
-¿Perdona? Le conocí en la fiesta de fin de curso este verano y llevo una semana y media en el tuto y ya he hablado varias veces con el por Tuenti.
-Vale vale eh, ¡no me peges!- nos reímos. Llega nuestra parada.
En el centro comercial compramos una camiseta y unos pares de pendientes de aro. Lo pagamos entre las tres. Cuando son las nueve nos vamos cada una por nuestro lado. Unas cojeen un autobús, otras otro.
Llego a mi casa. Ceno y me voy a la cama y empiezo a soñar.

Una sala blanca, de un edificio quien sabe donde, en una excursión, alumnos de Tercero de ESO duermen en la sala con los sacos de dormir y esterillas.
Noelia se acerca a su saco, lo abre y encuentra una nota, un trozo pequeño de un folio donde pone:
Te espero en la sala norte a las doce.
Esperanzada de que la nota pertenezca a aquella persona a la que ama. Espera a las doce en su saco de dormir.
Cuando llega la hora va hacia la sala.
La sala esta desierto, Noelia se acerca más hacia el centro y detrás de una columna aparece el. Una persona de la que nunca hubiera creído ser el dueño de aquella nota. Juan el amigo de Sergio.
Se acerca a ella.
-¿tu eras el de la nota?
-Si. Noelia quería decirte que te quiero. Que siento por ti algo muy intenso y que nadie podría remplazarlo.
Y así sin más, la besa. Sus labios se rozan levemente.
-Piensa te lo ¿vale?- dice esto aferrando su cara.
Y después echo esto Juan se va, se esfuma como el humo entre las manos, rápido, silencioso, transparente.
Al la noche siguiente Noelia vuelve a encontrar la misma nota que la noche anterior, pero distinta letra. Se confía que no vuelva a ser de Juan y acude.
Esta vez encuentra a otra persona allí. Pablo, el otro amigo de Sergio.
Vuelve a ocurrir lo mismo.
-¿Tu eras el de la nota?
-Si. Noelia quería decirte que te quiero. Que siento por ti algo muy intenso y que nadie podría remplazarlo.
Pablo se acerca a ella y la besa.
-Piensa te lo ¿vale?- dice esto aferrando su cara.
De repente algo les hace separarse, se dan la vuelta. Juan esta contemplando aquel beso, lleno de furia.
-Juan yo…- Noelia intenta explicarse, pero es en vano.
-Eres una guarra, te dije que te quería ¿y tu me las pagas con esto? ¿Besándote con mí amigo? Lamentaras haberme hecho esto.- Las palabras de Juan la afectan y sale corriendo de aquel balcón entre lagrimas, dejando allí a Juan y Pablo.
Al día siguiente en un chalet con gran jardín lleno de macetas y una gran piscina se encuentra Noelia tumbada en una tumbona. Alguien aporrea fuertemente la puerta y sin necesidad de que alguien abra la puerta una docena de chicos entre 14 y 16 años entra en el chalet, entre ellos esta Juan.
Los muchachos arrasan con todo lo que pillan. Cristales de la casa rotos, maceras aplastadas, tumbonas partidas…
Juan se acerca a Noelia que esta contemplando la escena con cara asustada.
- Te dije que lamentarías haberlo hecho- Dice con tono de prepotencia. –Chicos adelante.
Noelia teme lo peor que puede pasar tras oír esas palabras de la boca de Juan. Tres chicos se acercan a ella y la cojeen, la balancean sobre el bordillo de la piscina. Ella  protesta a gritos, pide ayuda, pero nadie esta por la labor de ayudarla.
Tras contar hasta tres lo chicos la tiran con fuerza al agua, causándola un gran dolor de espalda por la caída.
Los chicos desalojan la estancia contentos por su victoria.
Noelia intenta salvarse en la parte onda de la piscina ya que no puede nadar bien debido a la caída.
Sergio entra en el chalet, todo tirado por el suelo, roto y ve a Noelia ahogándose dentro de la piscina, se quita su chaqueta y entra a por ella y la saca.
La da su chaqueta intentando que entre en calor por la fría agua.
-¿Noelia que ha pasado aquí?
 - Han sido ellos, Juan y sus amigos- dice entre lágrimas.
Sergio la acurruca en su pecho consolándola. Noelia le cuenta lo sucedido hace dos noches.
Una vez oído esto, Sergio aferra con ambas manos la cara de Noelia obligándola a sostener su mirada.
-Sabes que yo nunca te obligaría a elegir. Porque yo  te amo,  pero  lo suficiente para dejarte marchar.
Sergio la besa, la besa para dejar claro que la ama, lo que siente por ella.
Ella le responde encantada a ese beso.
Ambos se unen en un beso.

Noelia se da medio vuelta y se vuelve a soñar algo que mañana no recordara.
Esa última frase de Sergio la ha escuchado en un sitio antes, o mejor dicho la ha leído.
A lo mejor se debe a que anoche estuvo leyendo Eclipse o simplemente a su capacidad de soñar. Pero solo sabe que la ha gustado demasiado como para olvidarlo.